Pechuga a la parrilla

Es de noche, hace hambre y no quieres cortar la dieta, pero te apetece algo delicioso.
Esta preparación es una excelente opción de comer algo que mantendrá tu consumo de calorías en su punto y a la vez, saciará tu antojo, con algo contundente.
La pechuga, contrario a la creencia popular y a la forma que uno ve la comen en algunos restaurantes, por ejemplo en las cafeterías de la mayoría de los gimnasios, puede aportar delicado sabor y textura tierna, características que uno busca en cualquier carne presentada a la parrilla, aunque para lograr ese punto, es preciso conocer algunos secretitos.

Lo primero a aprender, es usar sal marina a la hora de adobarla, esta a diferencia de la convencional, nos brinda la posibilidad de sellar la carne y no dejar que sus jugos se escapen.
El otro imprescindible, es la temperatura de la parrilla, en este caso lo aconsejable es trabajarla a fuego medio, para obtener lo mejor de esta carne.
Y el secreto máximo, usar algunas gotas de limón y el infaltable romero, que aportan ese saborcito que a veces experimentamos, cuando nos comemos una carne de este tipo, pero que muchas veces no logramos conseguir, cuando nos toca prepararla.

Ingredientes
Un filete de pechuga de 250 grs aprox.
Romero (unas ramitas)
Ajo (dos dientes) machacados
Sal marina y pimienta
Limón
Tomate, lechuga y pepino
Aceite de Oliva

Preparación
Sazona la pechuga con sal, limón, ajo, romero y un toquecito de aceite de oliva.
Dejala marinar por unos 30 minutos
Colócala sobre la parrilla, unos cinco minutos por cada lado.
Sírvela acompañada con ensalada.

Ya ven, los platos light no tiene por que ser desabridos, ni mucho menos. Provecho !
Saludos sibaritas. Chao

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