Pechuga a la miel

La miel, néctar de Afrodita, dorado tesoro de la tierra, resultado del alma de las flores y el trabajo de las abejas, ha servido para endulzar la vida mucho antes del descubrimiento del ázucar.

Su sabor y aroma dependen de las flores donde han libado las aladas obreras. Su reputación como afrodisíaco es extensa : los novios van de "luna de miel" y en muchas culturas es parte de la ceremonia y del ágape matrimonial.

El alto contenido de vitaminas B, C y minerales del polen estimula la producción de hormonas sexuales. Reaviva instantáneamente a los amantes agotados porque el cuerpo la absorbe en un tiempo mínimo.

Avicena,el célebre médico árabe, cuyas recetas se usaron por varios siglos durante la Edad Media recomendaba miel con jenjibre para la impotencia ( ingredientes de mi receta )

Se usa en la preparación de dulces sensuales, mezclada con nueces, coco, leche, huevos, especias, etc. Se supone que la saliva de las bellas huríes del Paraíso de Alá, así como las secreciones femeninas durante ciertos días del ciclo menstrual , saben a miel.
Atila, quien creía a pie juntillas en su poder estimulante bebió tanto hidromiel el día de su boda que se murió de un paro cardíaco para regocijo de sus enemigos y posiblemente también de su novia.

Ahora sí, a lo que vinimos...una receta fácil de preparar, que involucra a la miel como ingrediente principal y que deja a la pechuga de pollo con una textura y un sabor que ya verán cuando la preparen, simplemente exquisita, ah, y un valor agregado, no requiere de mucho tiempo y se le pueden hacer variaciones al acompañamiento, en otras palabras, terreno para la creatividad y la improvisación, cada quién le dará su toque personal, en honor de la verdad debo confesar que yo había experimentado con recetas de la comida cantonesa, aunque en ella usaba trozos de pernil con pellejo ( sin hueso) que se dejan macerando en miel y especias de un día para otro, con buena cantidad de ají amarillo y rocoto, que luego se frita en aceite de ajonjolí. Básicamente esta es una variante con mi toque personal.

Ingredientes para dos personas
1 Pechuga de pollo deshuesada (grande) Miel de abejas (una taza) Jenjibre (una cucharada rallada ) Vinagre balsámico al ajo ( una taza ) Salsa de soya al gusto, Sal y Pimienta al gusto, Ají marillo, Rocoto...o, el que consigas.

Preparación
La pechuga se parte en dos, deben quedar los dos trozos gruesos, se añaden todos los ingredientes, tratando de que se mezclen de forma uniforme y se dejan en la refrigeradora por dos horas, cada 20 minutos puedes darles vuelta para que se impregnen bién.

El vinagre balsámico al ajo se puede preparar con vinagre normal al que se le añaden algunos dientes de ajo molido y se dejan en maceración de un día para otro. La salsa de soya, la sal y la pimienta es al gusto.
Colocamos un poco de aceite de oliva, dos cucharadas en una sarten de hierro o la que tengas, cuando el aceite esté bién caliente sellas las pechugas por los dos lados, este proceso no demora más de 30 segundos por lado (vuelta y vuelta dicen los argentinos).

Precalentamos el horno a 275 grados centigrados y colocamos las pechugas durante 10 minutos en una bandeja forrada con papel aluminio, tiempo perfecto para el término que me gusta, pero podrían ser 12 a 15 también.

Retiras del horno y las colocas sobre una tabla donde las cortaras de manera diagonal cuidando de no separar los trozos para servirla entera, ésa es una presentación única y parte del atractivo del plato...se puede acompañar con papas al horno, camotes, ensalada de papas, puré de papas, verduras salteadas(estilo tai) y una amiga que ya preparó la receta dice que con arroz blanco le quedó exquisita, cuestión de gustos.

Acompañar con vino blanco, les sugiero uno Sudafricano, Rozendaal Chenin Blanc...Equilibrio perfecto para esta comida, le realza el sabor a los ingredientes.

Espero que la preparen y se deleiten con un plato que los hará quedar bién en cualquier ocasión, pero sobre todo los irá adentrando en este mundo maravilloso de cocinar con clase y sabor.

Chao.

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